sábado, 27 de octubre de 2007

EL RAGNAROK

El Ragnarok, en contra de la creencia popular no tiene nada que ver con el fin del mundo ni el Crepúsculo de los Dioses, sino que significa "El Destino de los Dioses".

Vendrá el invierno llamado Fimbulvetr, con inmensas nevadas, hielos y vientos gélidos en todas las direcciones. El sol no será capaz de calentar. Tres inviernos seguirán sin ningún verano por medio, pero antes vendrán otros tres, en los que el mundo se sumirá en grandes batallas, y los hermanos se matarán entre sí por avaricia, y no respetarán al padre y al hijo, ni en las matanzas ni en el incesto.

El lobo que persigue al sol se lo tragará, y lo mismo sucederá con el que sigue a la Luna. Las estrellas se precipitarán desde el cielo. Temblará la tierra y las montañas se derrumbarán, y todas las cadenas se romperán y quebrarán.

Entonces se soltará el Lobo Fenris (atrapado gracias al sacrificio de la mano de Tyr por una cadena mágica que construyeron los enanos).

Las aguas inundarán la Tierra, pues la Serpiente de Midgard se revolverá con furor de gigante y saltará a la tierra. Se soltará entonces el barco Nafglari, hecho con las uñas de los muertos (por eso se evita que un muerto sea enterrado sin cortarle las uñas, para no dar fuerza a ese barco y retrasar el Ragnarok). Su piloto es el gigante Hrym.

Fenris abrirá su boca hasta tocar cielo y tierra, y saldrá fuego por ella. La serpiente escupirá veneno y se encrespará por los aires haciendo compañía al lobo.

Se rasgará el cielo y vendrán cabalgando los hijos de Muspell, presididos por Surtur y su brillante espada. Cuando cabalguen sobre Bifrost se romperá. A la llanura de Vigrid también llegarán Loki y Hrym y todos los Gigantes de la Escarcha, y a Loki lo seguirán todas las criaturas del Averno. Y Heimdall se levantará y soplará el cuerno Gjallarhorn y despertará a todos los dioses y se reunirán en asamblea. Odín cabalgará hasta el puente de Mímir y le pedirá consejo. Entonces temblará Yggdrasil, el fresno del mundo, y no habrá nadie sin miedo.

Los Ases y los Einherjard, los guerreros del Valhalla, vestirán sus armas y cabalgarán hasta el llano. Primero irá Odín, con su yelmo y su coraza de oro, y su lanza Gungnir, y lo atacará el lobo Fenris, y Thor no le podrá ayudar pues tendrá que enfrentarse a la serpiente de Midgard, Jormungand. Frey luchará contra Surtur, mas morirá por no tener la espada que le dio a Skirnir. Entonces soltarán al perro Garm, el más horrible de los monstruos, que está atado ante Gripahell, y luchará contra Tyr y se matarán los dos. Thor dará el golpe de muerte a la serpiente de Midgard y entonces retrocederá nueve pasos y morirá por el veneno de la serpiente. El lobo se tragará a Odín, y así morirá el Padre de Todos. Pero Vidar pisará la mandíbula de Fenris con su zapato hecho de las suelas que los hombres desechan (lo cual es bueno, pues ayuda a los Ases) y se la romperá al tirar de la mandíbula superior. Loki luchará con Heimdall y los dos morirán. Entonces Surtur arrojará fuego sobre la tierra y quemará todos los mundos.

Pero no todo el mundo morirá. Los que estén en el cielo Gimlé se salvarán y beberán, y también los que estén en el palacio Brimir en Okolnir, pero otros estarán en lugares horribles, palacios hechos de serpientes que escupen ríos de veneno que los asesinos y los que rompen juramentos tendrán que vadear. Y aún peor será en Hvergelmir.

Pero la tierra volverá a surgir de los mares y será verde y bella y crecerán los campos sin sembrarlos. Vivirán Vidar y Vali, a quienes el fuego de Surtur no dañará, y habitarán en Idavellir, donde estuvo Asgard. Y allí irán Magni y Modi, los hijos de Thor, y tendrán el Mjolnir. Y del infierno vendrán Balder y Hödr, y hablarán de las viejas runas, y encontrarán en la hierba los escaques de oro que pertenecieron a los Ases. En un bosque llamado Hoddmímir se habrán escondido del fuego dos hombres llamados Líf y Leifthrasir, y comerán rocío y serán los padres de una descendencia que habitará todos los mundos. Y el Sol tendrá una hija no menos bella que ella misma. Y nadie puede hablar más allá de la marcha de los tiempos.

Y termina la profecía de la vidente con el dragón Nidhögg hundiéndose en los infiernos:

Llegará volando el oscuro dragón,

la sierpe brillante, desde Nídafjöll;

llevará en sus plumas los muertos de Nighögg.

Allí se hundirá.

domingo, 14 de octubre de 2007

Una Historia Sobre Thor 2

Thor está casado con Sif, la cual tiene poder para prever el futuro (como las sibilas), y sus dos hijos son Magni y Modi, quienes sobrevivirán al Ragnarok y heredarán el martillo Mjolnir.

Cuenta Snorri que Ökuthor y Loki viajaban en el carro guiado por chivos de Thor y llegado el anochecer se resguardaron en la cabaña de un granjero. Una vez allí, Thor sacrificó a sus dos chivos, los despellejó y los llevó a la olla para cocerlos. Thor, Loki y la familia del granjero los comieron, pero Thor les advirtió que no dañasen los huesos, aviso que no escuchó uno de los hijos del granjero, que rompió un fémur con su cuchillo. Thor ordenó a los campesinos echar los huesos en las pieles de los chivos. Por la mañana Thor se vistió, tomó al martillo Mjölnir y consagró las pieles de los chivos, que aparecieron entonces vivos de nuevo, más Thor se dio cuenta que uno cojeaba por tener el fémur roto, por
lo cual Thor reprendió al campesino por haber sido su familia poco cuidadosos. Al saber lo que el hijo del granjero había hecho, Thor "dejó caer las pestañas sobre sus ojos", lo cual hizo por sí sólo que los campesinos se aterrorizaron y pidieran perdón, ofreciéndose a darle todo lo que tenían, pues Thor podía matar sólo con la mirada. Thor, iracundo, apretó el mango de Mjölnir hasta que los nudillos se le pusieron blancos, más al ver su miedo se calmó y aceptó que el hijo y la hija de los granjeros se convirtieran de entonces en adelante en siervos suyos, y así Thjálfi y Röskva siguieron siempre a Thor.

sábado, 13 de octubre de 2007

Canciones Que Hablan Sobre Los Vikingos Led Zeppelin - Immigrant Song

Se me ocurrio que deveria hacer un post con esto por que de verdad que se necesita por que sin la musica nada seria igual asi que se me ocurrio que deveria hablar un poco de canciones que traten de los vikingos y las primeras canciones que se me vinieron a la mente fueron Immigrant song e Invaders una de led zeppelin y otra de Iron Maiden pero hablare hoy solo de Immigrant song y la de Invaders la dejarae para otra ocacion en otro post asi que empezemos.

IMMIGRANT SONG - LED ZEPPELIN
Es la primera canción de su tercer album editado en 1970, es cantada desde la perspectiva de los Vikingos remando al oeste de Escandinavia en búsqueda de nuevas tierras, su ritmo regular evoca la determinación de los exploradores y sus remos golpeando el agua, y la letra hace explícita referencia a las conquistas vikingas y la antigua religión de los nórdicos.
"Venimos de la tierra del hielo y la nieve,
Del sol de medianoche, donde brotan cálidos manantiales

El martillo de los dioses conducira nuestras naves a nuevas tierras,
Para combatir a las hordas, cantar y gritar, ¡Valhalla, allá voy!"
Esta es una clara alucion a las regiones nordicas, las tierras del hielo y la nieve se refieren a Escandinavia, el sol de media noche simboliza lo que podria ser el reflejo del sol en la luna en esa region , el martillo de los dioses se refiere a Thor y la mencion del valhalla es logica que representa la conquista de una tierra mejor sin olvidar que el Valhalla era el paraiso de los guerreros .
"Avanzamos con la fuerza de nuestros remos,
nuestra única meta será la costa del oeste
Venimos de la tierra del hielo y la nieve,

Del sol de medianoche, donde brotan cálidos manantiales
Que verdes son tus campos,
y pueden susurrar historias sangrientas

De cómo calmamos las mareas de la guerra.
Somos sus señores"
Este parrafo habla claramente de la forma de los vikingos en la batalla contando historias sangrientas en donde se luchaba hasta la victoria o la derrota pero jamas se rendian y como al finalizar la guerra un pueblo quedava a merced del otro.
"Así que es mejor que se detengan
y reconstruyan sus ruinas
Porque la paz y la confianza los pueden
hacer triunfar
a pesar de todas sus perdidas"
Este ultimo parrafo habla de lo que los vikingos hacian despues de haber conquistado el pueblo simplemente los dejaban a que reconstruyeran todo sin perder el honor y la confianza puesto que un hombre sin honor y sin confianza no merece vivir.

Bueno esta es la primer entrada de la seccion musica de este blog sugerencias de canciones badnas lo que quieran comenten y diganme =)

Immigrant Song

jueves, 11 de octubre de 2007

El Origen Del Mundo

En un principio era Musspell, el reino de fuego, luminoso y caliente. Allí vive Surtur, (el fuego) que saldrá en el fin del mundo con su espada llameante a acabar con los dioses. Al norte de Musspell estaba Niflhei, el reino del hielo eterno. De la fuente de Hvergelmir se alejaban 12 ríos helados, y cuando el río Eliagavar se alejó lo suficiente, comenzó a derretirse debido al efecto del calor de Musspell. El hielo se fundió y de él surgió Ymir, el padre de la estirpe de los Gigantes de Hielo. Ymir se durmió y sudó, de su mano izquierda surgió una pareja de gigantes, y de sus pies un hijo.

De la escarcha de Eliagavar también surgió una vaca, Audumla, de cuyos cuatro ríos de leche se alimentó Ymir. La vaca se alimentaba chupando el hielo sagrado, y en tres días sus lamidas descubrieron un hombre: Bruni, que era hermoso, grande y poderoso, cuyo hijo Borr se casó con la giganta Bestla, hija de Bolthorhn, quien tuvo de el a Odín, Vili y Ve.

Los hijos de Borr mataron a Ymir, y en la sangre de sus heridas se ahogaron todos los gigantes menos la familia de Bergelmi. Odín y sus hermanos llevaron el cuerpo de Ymir al centro de Ginnngagap, donde lo despedazaron para formar el universo: De su carne se hizo la tierra, de la sangre el mar y los lagos, de sus huesos las montañas, de sus muelas las rocas, de su cerebro las nubes, y de su cráneo la esfera celeste. Debajo pusieron a cuatro enanos para sostenerla: Nordi, Sudri, Austri y Vestri (los cuatro puntos cardinales). De las chispas que salían del Musspell formaron las estrellas, ordenando sus órbitas. La Tierra quedó rodeada del Mar exterior. En sus costas viven los gigantes. En su interior, protegida por una muralla que son las cejas de Ymir, levantaron Midgard, la Tierra Media, hogar de los Hombres.

Paseaban los hijos de Borr por la costa y encontraron dos árboles; uno les dio vida, otro sabiduría y movimiento, el tercero forma, habla, oído y vista. Les dieron ropas y nombres a los hombres que habían creado: el hombre se llamó Ask y la mujer Embla, de quienes descienden los hombres de Midgard.

El gigante Narfi vivía en Jötunheim (Jötum es la palabra nórdica para gigante, cada uno de los nombres de dioses y demás seres tiene un significado en su lengua). Fue el padre de Nott (la Noche), negra y oscura como su estirpe. De Naglfari tuvo a Aud. De Annar a Jord, la Tierra. De Delling (Brillante), de la estirpe de los Ases (Dioses) tuvo a Dag (el Día), luminoso y bello como su padre. Odín, Padre de todos, les dio caballos y carros para que recorrieran el cielo. El de Nott se llama Hrumfaxi y humedece la tierra con la espuma del bocado (el rocío). El de Dag se llama Skinfaxi, e ilumina el aire y la tierra con sus crines.

Un hombre llamado Mundilfaeri tuvo dos bellos hijos Luna (el chico) y Sol (su hermana). Ésta casó con un hombre llamado Glen. Los dioses irritados los pusieron en el cielo como conductores de los carros del sol y de la luna, chispas de Musspell. Los caballos de Sol se llaman Arvaki y Alsvidr y son refrescados por las fuelles isarnkol. Luna tomó de la tierra dos niños, Bil y Hjuki, que salieron de la fuente Myrgir llevando la cuba Saerg y la pértiga Simul. Vidfinn se llama su padre. Estos niños se ven aún desde la tierra. Los carros celestes son perseguidos por los lobos Skoll y Hati. son hijos de Hródvitin y de Gyg la giganta, de cuya estirpe de hechiceras, las Jarnvidur, nacerá Managram, el lobo que se tragará la luna.

Midgard, la tierra de los mortales, y el divino Asgard estaban unidos mediante Bifröst, el puente del arco iris que estaba hecho de fuego para que los gigantes no pudieran atravesarlo.

Odín construyó el Gladsheim en Idavellir, el palacio de oro donde reside su trono y que es hogar de los dioses desde donde los doce ases dictan el destino de los hombres. Vingolf sería el palacio de las diosas.

Dieron los dioses forma humana y raciocinio a los enanos, que habían nacido en la tierra como los gusanos en la carne de Ymir.

Junto al fresno Yggdrasil tienen los dioses su tribunal. Este es el mayor de todos los árboles, sus ramas se extienden por todos los mundos y llegan al cielo. De las tres raíces del árbol, una llega donde los ases, otra donde los Gigantes de Hielo, allí en el antiguo Ginnungagap, y la otra en Niflheim. Bajo esta raíz está la fuente Hvergelmir, allí Nidhogg la serpiente mordisquea las raíces. Bajo la raíz que va a donde los Gigantes está la fuente de Mimir, que oculta la sabiduría y el conocimiento. Mimir bebe de esta fuente con el cuerno Gjallarhorn, y de ella dio a beber a Odín, quien dio en prenda su ojo siendo desde entonces el dios tuerto. La tercera raíz está en el cielo, y bajo ella está la sagrada fuente de Urd. Allí está el tribunal de los dioses, y cada día cabalgan los dioses cruzando el Bifröst. En una hermosa sala viven tres doncellas, las Nornas, Urd, Verdandi y Skuld (pasado, presente y futuro), que modelan el destino de los hombres. Hay normas de los elfos, de los hombres y de los enanos.

Un águila sabia se sienta sobre las ramas del fresno, y sobre sus ojos hay un halcón que se llama Vedrfolnir. La ardilla Ratatosk sube y baja el fresno y lleva habladurías entre la serpiente/dragón Nidhögg y el águila. Cuatro ciervos comen junto al fresno: Dain, Dvalin, Duneyr y Durathror. Hvergelmir está llena de serpientes, y en la fuente de Urd, con la que las normas refrescan sus raíces para que no se pudran y cuya agua vuelve a todo lo que toca transparente como la clara del huevo, nadan dos cisnes. Del rocío de Yggdrasil se alimentan las abejas.

El concepto del árbol cósmico, el eje del mundo, se halla por doquier en las mitologías, y en este caso de la nórdica se expresa con especial fuerza, procedente de los indómitos bosques del norte de Europa y de toda la cultura celta/nórdica desarrollada alrededor de la sabiduría del árbol y su simbología para chamanes y druidas.

Otros reinos que el árbol comunica son Alfheim, hogar de los Elfos de la Luz (brillantes y hermosos) y los de las Tinieblas (más negros que la pez; que viven bajo tierra).

El viento es creado por un gigante en forma de águila que vive al norte del mundo, Hraesvelg, que lo crea al aletear. Svasud (agradable) es el padre del verano y Vindlom o Vindsvalr hijo de Vasar, el invierno, de fiero corazón.

Los Blancos Son Racistas Y Los Negros Se Expresan

Este post lo encontre en este blog http://deshaciendoelmundo.blogspot.com/ y estoy totalmente de acuerdo con el, los negros se creen la gran cosa y no puedes decirles nada por ke en ese instante eres racista, tal vez no tenga ke ver con este blog pero es algo que tenia que comentar los negros se discriminan a si mismos, asi que recuerda amigo blanco si un negro te dice racista solo por que lo insultaste por el color de su piel recuerdale que nada de racismo hay ahi si el te insulto primero y no se dejen engañar por que siempre los blancos seremos racistas y los negros solo estaran expresandose y eso no es gusto, aclaro que no soy racista tengo amigos negros y me caen muy bien pero por desgracia la mayoria son asi como los describe el post asi que los dejo con el post


No es por raciscmo, pero diganme, no han estado a mitad de una pelicula cuando de repente se dan cuenta de que salen puros negros?, o viendo una serie de Tv donde salen puros negros, o videos donde salen puros negros bailando como lombrices cuando le echas jabon a la tierra?, y cuando sale nada mas uno que otro blanco que viene siendo un completo idiota o un simplon??(como en la pelicula de arriba, si se fijan solo hay un blanco y la latina (sofia vergara), viene siendo el simbolo sexual de la pelicula y el blanco tiene cara de pendejo, todos los demas negros tienen poses "chingonas" ).
En las peliculas mexicanas salen puros mexicanos, en las Chinas saen puros chinos y algunos jaoneses y viceversa, pero por que alla es la poblacion mayoritaria, pero alla en estados unidos hay negros, blancos, chinos, etc.
En todas las peliculas nuevas que he visto de blancos, salen blancos y negros, o si salen casi puros blancos hay negros... pero es increible que en las peliculas de negros salgan puros negros!!, es la peor muestra de racismo que he visto, en los videos de negros salen puros negros, y con negras bailando al ritmo de "bitch, she is my bitch", se quejan del racismo, de que no avanzamos y ellos denigran a la mujer como se hacia hace 50 años.

Se quejan de los programas racistas siendo que ellos hacen peliculas racistas donde todos hablan con el mismo acento, todos traen algo en la cabeza (gorro etc.), todos estan pelones o con trensitas, y todas las mujeres son "perras", menos la hermana del protagonista, o la protagonista, osease que segun ellos son una "cultura aparte", siendo que son del mismo país, ellos mismos se aislan de los blancos, ellos mismos promueven el racismo del que tanto se quejan.

Y lo peor que he visto!!!, un videojuego donde salen puros negros!!, y negros matandose entre ellos, en serio es lo peor, que sigue??, canales de television solo para negros?? (ya hay), protagonizado por nuestro musico favorito ( si, es sarcasmo) 50 Cent, el cual hasta pelicula tiene donde muestra su orgullo por haber sido un pandillero mugroso (por cierto cuenten a todos los blancos que salen en la pelicula, ya que no he tenido el honor de verla).
pero que creen??, Resident Evil 5 ha recibido acusaciones de racismo!!, por que?? pues por que estan en Africa matando zombies "negros" (recuerden: solo los negros pueden matar a los negros, lo demas es racismo...), siendo que en Resident Evil 4 matan a puros zombies "españoles" y ningun español se ha quejado.
No es racismo, pero yo siempre he estado en contra de esa forma de pensar de los negros, siempre se quejan de que todo es en contra suya siendo que no se fijan en lo que hacen ellos, pero siempre, siempre TODO es en contra suya, FOX (nuestro Ex-presidente) dijo "Negros", y ya lo clasificaron de Racista.
Clasificaron a Memin Pinguin de racista siendo que nosotros no nos quejamos de "Speedy Gonzales", de que se quejan?.
No es racismo pero, Malditos nigga!!!!

Thor Marvel Comics


¿Quien no conoce a Thor de los avengers?
Todos los que nos gusta la cultura nordica lo conocemos y ami en lo personal me facina todo
acerca de el es simplemente genial el tipo tod un dios y les tengo noticias estoy consiguiendo los
comics y los ire subiendo como los vaya consiguiendo para ello ire actualizando este post constantemente asi que espero ke si les agrada los descargen los pondre por gigasize o algo asi para que se descarguen rapido y no tengan ke esperar mañana pongo el primer tomo, esto lo publico por que creo que siendo un blog sobre vikingos no podemos dejar de leer sobre Thor o cualquier cosa que tenga que ver lo minimo con ellos xD asi que espero que les guste.
Solo los tomos uno y dos estaran en rapidshare y metidos en un rar los demas los dejare en el formato cbr para verlos necesitaran un programa que colo care mas de rato lo juro xD

The Mighty Thor 1 y 2

The Mighty Thor 3

La Muerte de Baldur

Tuvo Balder el bueno unos sueños horribles sobre su muerte, lo cual comunicó a los Ases, que reunidos en asamblea decidieron protegerlo de todo mal. Frigga, su madre, tomó juramento a todas las cosas para que respetaran a Balder: al agua, al fuego, al hierro y todos los metales, a las piedras y la tierra, a los árboles, a las enfermedades, a las aves, los animales, los venenos, las serpientes, etc... Cuando esto se hizo y se supo, se divertían los Ases poniendo a Balder en el Thing (el lugar de reunión) y arrojándole toda clase de Objetos: piedras y flechas, lo golpeaban con la espada, e hicieran lo que hicieran no lo dañaban, quedando todos asombrados. Más Loki, hijo de Laufey, se disgustó al ver esto y fue a casa de Frigga en Fensalir Disfrazado de mujer para preguntarle si sabía lo que estaban haciendo los ases en el Thing. "Ni armas ni maderas dañarán a Balder, les he tomado juramento a todas", "¿A todas?", preguntó Loki. "Al Oeste del Valhalla crece una rama mágica a la que llaman muérdago. Me pareció demasiado joven para pedirle juramento", reveló Frigga inocentemente. Loki cogió el muérdago y lo desenterró. Fue al Thing con él. Allí estaba Hödr, apartado del círculo por ser ciego. Loki lo animó a hacerle los honores a Balder tirándole también algo, le dio la rama de muérdago y le indicó donde estaba Balder, que cayó muerto a tierra al ser golpeado por la rama. Cuando Balder cayó muerto los Ases perdieron el habla por el susto, y se miraban unos a otros con lágrimas en los ojos, y supieron inmediatamente quien lo había hecho, pero no podían vengarse por que era un lugar de tregua.

Quien más sufrió en silencio el dolor de la pérdida de Balder fue su padre Odín, que sabía lo que ésta pérdida costó a los Ases. Entonces los dioses se reunieron y Frigga preguntó quien sería el que, ganándose todo su amor y su favor, viajaría al infierno e intentaría encontrar a Balder y rogarle a Hela, la diosa de los muertos, que lo devolviese a Asgard si ella lo permitía. Hermod el vigoroso, hijo de Odín, fue quien se ofreció voluntario, montó el veloz Sleipnir, el caballo de ocho cascos de Odín y partió hacia Hel.

Los Ases mientras tomaron el cadáver de Balder y lo llevaron al mar, junto a su barco Hringhorni, el mejor de todos, que pensaron utilizar como su pira echándolo al mar. pero el barco no se movía. Entonces mandaron mensaje a Jötunheim para que viniera una giganta de nombre Hyrrokin, que llegó cabalgando un lobo y usando como brida una víbora. Saltó de su montura que tuvo que ser sujetada por tres berserker (guerreros/oso poseídos de una furia incontrolable). La giganta echó la nave al agua del primer empujón. Thor empuñó su martillo e intentó matarla, pero los dioses pidieron tregua para ella. Llevaron el cadáver al barco junto con el de su mujer, Nanna hija de Nep, que se quebró de dolor y murió. Entonces se levantó Thor y consagró el fuego con Mjölnir, y ante sus pies salió corriendo un gnomo llamado Litr, y Thor le dio una patada y lo arrojó al fuego y murió. Al funeral acudieron gentes de toda Condición: Odín, con Frigga y las Valquirias y con sus cuervos, Frey con su carro tirado por el jabalí Gullinbursti, Heimdall montando a su caballo Gulltopp, Freya conducida por sus gatos. Odín puso en la pira su anillo de oro, Draupnir, que cada nueve noches goteaban de él ocho anillos de gran peso, y también el caballo de Balder, que fue llevado a la pira con sus arreos.

Hermod cabalgó nueve noches por oscuros valles hasta que llegó al río Gjall y cruzó el puente Gjallarbun, cubierto de oro. Modgud, la doncella que vigila el puente le preguntó por qué cabalgaba hacia el infierno, si el puente no resonaba bajo él, revelando que no estaba muerto. Le indicó que Balder, a quien buscaba, había cruzado el puente y "hacia abajo y hacia el norte va el camino del infierno". Hermod cabalgó hasta las Puertas del infierno, allí desmontó, cinchó al caballo, montó y picó espuelas, y el caballo saltó tan alto por encima de las puertas que no volvió a bajar. Hermod llegó al palacio, desmontó y allí vio sentado en el escaño más alto a su hermano Balder. Pasó allí la noche y por la mañana rogó a Hela que le dejara cabalgar a Balder con él de vuelta, contándole el luto que había levantado. Hela dijo que debía demostrar que Balder era tan querido como contaban; si todas las cosas del cielo, vivas y muertas, lo lloraban, Hela soltaría a Balder, pero si una sola se negaba quedaría en Hel por siempre. Balder despidió a Hermod y le devolvió a Odín a Draupnir, y Nanna envió a Frigga linos y el anillo Fulla.

Enseguida enviaron mensajes los Ases a todas las cosas para que lloraran a Balder, a los hombres y los animales, a piedras y metales, a árboles y plantas; pero de vuelta los mensajeros encontraron en una cueva a una giganta (de nuevo Loki disfrazado) que se negó a llorarlo: Thökk llorará lágrimas secas por la pira de Balder; ni vivo ni muerto me sirvió el hijo del hombre que guarde Hel lo suyo.

Y por eso se dice de Loki que es quien más daño ha causado a los Ases...

miércoles, 10 de octubre de 2007

La Tropa De Odin

Ésta es la historia ascentral de un viejo ejército de fantasmas que por la noche cabalgan a lomos de sus caballos por los viejos bosques de la vieja Suiza.

La tropa de Odín cruza rápiadamente si reparar en lo que hay a su alrededor mientras que los testigos no saben lo que está pasando.

Los testigos aseguran que primero todo se queda en silencio, en instantes la atmósfera cambia y se oyen a lo lejos unas trompetas. Luego llegan a toda velocidad con sus caballos, sus trajes negros y sus rostros de otro tiempo.

Puede que esta visión responda a un viejo mito de los pueblos del norte de Europa que extendieron su cultura más allá de Escandinavia. Sin embargo los “expertos” creen cierto que se trata de la tropa de Odín.

Lo curioso es que en estos bosques no sólo dicen que se aparece la tropa de Odín, algunos afirman haber visto a la Santa Compaña e incluso son muchas las personas que, por la noche, dejan la puerta abierta, tanto la principal como la de atrás, para que la santa pueda entrar y salir sin detenerse en la cabaña.

Los Eddas

La principal fuente de conocimiento que tenemos de esta mitología son las Eddas, textos mitológicos, religiosos, heroicos y poéticos que datan en el Codex Regius que los conserva del siglo XIII. Por lo visto estos poemas eran aprendidos de memoria por los poetas antes de que existiera el lenguaje escrito. Eran utilizados en ceremonias iniciáticas de la pubertad a la edad adulta, en las que el neófito debía identificarse con la figura del dios protagonista (a menudo Odín), y pasar por las pruebas que el dios había establecido y superado.

El poema más famoso de las eddas tal vez sea el Voluspá, o Profecía de la Vidente, en la cual se narra el interrogatorio de Odín a una bruja muerta a la que resucita para que le cuente el destino de los dioses (el Ragnarok). La vidente comienza contando la creación del mundo...

¡Oid! pido a todas las estirpes divinas,
grandes y pequeños hijos de Heimdall;
me pides, oh Valfödr, que te refiera
las más viejas historias que puedo recordar.


Recuerdo a los trolls, los primeros nacidos,
que en un tiempo lejano me dieron la vida;
nueve mundos recuerdo y nueve ramas,
y el gran árbol del mundo aún bajo tierra.


Fue en los tiempos primeros cuando Ymir vivió;
no había arena ni mar, ni las frías olas,
tierra no había, ni el alto cielo,
sólo el vacío abismo, tampoco había hierba.


Mas los hijos de Bur formaron la tierra,
aquellos que crearon el famoso Midgard;
brilló el sol desde el sur sobre el palacio,
y surgió en la tierra la verde hierba...

Como Thor Perdio Y Recupero Su Martillo (Cantar de Trym)

Mucha furia fue la de Vingtor (Thor)
cuando él despertó y no vio su martillo;
Le temblaron las barbas, revolviósele el pelo,
el hijo de Tierra buscó y remiró.

Así lo primero entonces habló:
Escúchame, Loki, lo que ahora digo,
la cosa por nadie en la tierra oída
ni arriba en el cielo:
¡Me han robado el martillo!

A la casa marcharon de Freya hermosa;
Así lo primero entonces habló:
¡Tu apariencia plumada, Freya, me prestas
a ver si con ella recobro el martillo?

Freya dijo:

Te la diera yo a ti aunque fuese de oro,
aunque fuese de plata yo te la daba.

Del Ásgard Loki volando salió
–la apariencia de plumas fuerte sonaba–
y volando llegó al confín de los ogros.

Trym en la loma, el señor de los ogros
De oro collares trenzaba a sus perros,
A sus potros allá recortaba las crines.

Trym dijo:

¿Qué hay de los ases (dioses de Asgard)? ¿Qué hay de los elfos?
¿Porqué a Jotunheim, tú solo, viniste?

Loki dijo:

Les va mal a los ases, mal a los elfos.
¿El martillo de Hlórridi (Thor) tú lo escondiste?

Trym dijo:

El martillo de Hlórridi yo lo escondí;
bajo tierra está ocho leguas abajo;
aquel solamente podrá recobrarlo
que a Freya me traiga y la haga mi esposa.

Volando salió del confín de los ogros
–la apariencia de plumas fuerte sonaba
y Loki volando al Ásgard llegó.
Topóse con Tor en mitad del recinto
Que así lo primero entonces habló:

¿Provecho sacaste igual que la pena?
Lejanas las nuevas di tú desde el aire:
A menudo no dice quien ya se sentó,
Quien ya se acostó mentiras inventa.

La pena me di y provecho saqué:
tiene Trym el martillo, el señor de los ogros;
aquel solamente podrá recobrarlo
que a Freya le lleve y la haga su esposa.

En busca marcharon de Freya hermosa;
Así lo primero entonces habló:
¡Átate, Freya, la toca de novia!
Ven que a los ogros te lleve conmigo.

Tanto furiosa Freya bufó
Que tembló de los ases la sala entera,
Rompiósele al cuello la joya brisinga:
¡Delirando di tú que estaría por hombre
si yo con los ogros me fuera contigo!

A reunirse en consejo corrieron los ases,
Las diosas todas junta tuvieron;
Discutieron los dioses cómo podrían
Traerse de allá el martillo de Hlórridi.

Héimdal habló, el as todo blanco,
El igual que los vanes certero adivino:
Atémosle a Tor la toca de novia,
adórnelo a él la joya brisinga.

Pongámosle al cinto sonido de llaves,
Sus piernas tapemos con faldas de moza,
Figémosle al pecho grandes peñascos,
Su cabeza cubramos con alto bonete.

Así dijo Tor, el as forzudo:
Marica los ases me van a llamar
si toca de novia a mí se me pone.

Así dijo Loki, el hijo de Láufey:
¡Cállate, Tor, y eso no digas!
Morada de ogros el Ásgard será
Si no vas pronto a buscar tu martillo.

La toca de novia a Tor se la ataron,
A él lo adornó la joya brisinga,
Le pusieron al cinto sonido de llaves,
Sus piernas taparon con faldas de moza,
Le fijaron al pecho grandes peñascos,
Su cabeza cubrieron con alto bonete.

Así dijo Loki, el hijo de Láufey:
Iré yo también haciendo de sierva,
allá con los ogros yo iré contigo.

Pronto tomaron los machos cabríos,
Los pusieron al carro, que bien corrieran:
Se rajaron las peñas, ardieron los campos
Allá al Jotunheim fue el hijo de Odín.

Así dijo Trym, el señor de los ogros:
¡Paja, gigantes, echad por los bancos!
Ya para esposa a Freya me traen,
A la hija de Niord el que vive en Noatun.

Mis vacas que tengo de cuernos de oro
Mi hacienda me alegran, negros mis toros;
Me sobran riquezas, joyas me sobran;
Faltábame Freya, ella tan solo.

Pronto la tarde llegó la después;
Se sirvió la cerveza; entero él solo
Un buey se comió, ocho salmones;
Golosina ninguna dejó a las mujeres;
El esposo de Sif se bebió tres cubas.

Así dijo Trym, el señor de los ogros:
¿Qué novia se ha visto que tanto trague?
Ninguna vi yo que tanto comiese,
Que tanto hidromiel en ninguna cupiera.

Sabía la sierva alerta estaba,
Ella al gigante bien respondió:
van ocho días que Freya no come,
tanto anhelaba encontrarse contigo.

Quiso besarla y la toca le alzó;
La sala entera cruzó reculando:
¿Por qué tiene Freya tan torvos ojos?
Fuegos en ellos pensé que ardían.

Sabía la sierva alerta estaba,
Ella al gigante bien respondió:
Van ocho días que Freya no duerme,
tanto anhelaba encontrarse contigo.

Quiso besarla y la toco la alzo;
La sala entera cruzo reculando:
¿ por qué tiene Freya tan torvos ojos
fuegos en ellos pensé que ardían

Sabia la sierva alerta estaba,
ella al gigante bien respondió
van ocho días que Freya no duerme,
tanto anhelaba encontrarse contigo.

Del ogro la hermana la necia entro
Descarada pidiendo de novia regalo
Del brazo sácate rojas anillas
Si quieres ganarte el cariño mío
El cariño mío y todo mi amor.

Así dijo Trym, el señor de los ogros:
El martillo traed, que la novia lo consagre, en sus piernas a ella ponedle el Miollnir
Consagradnos a ambos en nombre de var.

En su pecho Hlorridi gozo sintió
Cuando el duro martillo en sus manos tuvo:
Mato a Trym el primero, al señor de los ogros, gigante ninguno con vida dejo.

Del ogro a la hermana, a la vieja mato,
La que estuvo pidiendo de novia regalo;
Ni riquezas tuvo ni joyas muchas,
Pero si se llevo un gran martillazo

Así el hijo de Odín recobro su martillo.

La Leyenda De La Osa Mayor (Inglaterra)

Hacía mucho tiempo que la lluvia no regaba la tierra. El calor era tan fuerte y estaba toda tan seco que las flores se marchitaban, la hierba se veía seca y amarillenta y hasta los árboles más grandes y fuertes se estaban muriendo. El agua de los arroyos y los ríos se había secado, pozos estaban yermos y las fuentes cesaron de manar. Las vacas, los perros, los caballos, los pajaros y la gente se morían de sed. Todo el mundo estaba preocupado y deprimido.

Había una niñita cuya madre cayó gravamente enferma.

-Oh!-dijo la niña-, estoy segura de que mi madre se pondría buena de nuevo si pudiera lleverle un poca de agua. Tengo que encontrarla. Así que cogío un pequeño cucharón y salío en busca de agua.

Andando, andando, encontró un manantial diminuto en la lejana ladera de la montaña. Estaba casi seco. Las gotas de agua caían muy lentamente de debajo de la roca. La niña sostuvo el cucharón con cuidado para recoger aquellas gotitas. Al cabo de mucho, mucho tiempo, acabó de llenarse.

Entonces la niña emprendío el regreso asiendo el cazo con muchísimo cuidado porque no quería derramar ni una gota.

Por el camino se cruzó con un pobre perrito que aduras penas podía arrastrarse. El animal jadeaba y sacaba la lengua fuera de tan seca que la tenia. -Oh, pobre perrito -dijo la niña-, qué sediento estás.

No puedo irme sin ofrecerte unas gotas de agua. Aunque te dé un poco, todavía quedará bastante para mi madre.

Así que la niña derramó un poco de agua en la palma de su mano y se la ofrecío al perrito. Éste la lamio con avidez y se sintió mucho mejor.

El animal se puso a brincar y a ladrar, talmente como si dijera:

-Gracias, niña!

Ella no se dio cuenta, pero el cucharón de latón ahora era de plata y entaba tan lleno como antes. Se acordó de su madre y siguío su camino tan rápido como pudo. Cuando llegó a casa casi había oscurecido.

La niña abrío la puerta y se dirigío rápidamente a la habitación de su madre. Al entrar, la vieja sirvienta que había trabajado durante todo el día cuidando a la enferma se acercó a ella. La criada estaba tan cansada y sedienta que apenas pudo hablar a la niña.

-Dale un poca de agua -dijo su madre-. Ha trabajado duro todo el día y la necesita más que yo. La niña acercó el cazo a los labios de la sirvienta y ésta bebió un poco;en seguida se sintió mejor y más fuerte, se acercó a la enferma, y la ayudó a enderezarse.

La niña no se percató que el cucharón era ahora de oro y que estaba tan lleno como al principio. La pequeña acercó el cazo a los labios de su madre y ésta bebió y bebió.

¡ Se encontró tan bien! cuando terminó, aún quedaba un poco de agua en el fondo.
La niña iba a llevárselo a los labios cuando alguien llamó a la puerta. La sirvienta fue a abrir a apareció un forastero. Estaba pálido y cubierto de polvo por el largo viaje.
-Estoy sediento -dijo-. Podrias darme un poca de agua?
La niña contestó:
-Claro que sí, estoy segura de que usted la necesita mucho más que yo. Bébasela toda.

El forastero sonrió y tomó el cucharón. Al hacerló, éste se convirtio en un cucharón hecho de diamantes. El forastero dio la vuelta al cazo y el agua se derramó por el suelo.

Y allí donde cayó, brotó una fuente. EL agua fresca fluía a borbotones en cantidad suficiente como para que la gente y los animales de toda la comarca bebieran tanta como les apeteciera. Distraídos con el agua se olvidaron del forastero, pero, cuando lo buscaron, éste había desaparecido. Creyeron verlo desvanecerse en el cielo, y, en efecto, allá en lo alto del firmamento destellaba algo parecido a un cucharón de diamantes.

Allí sigue brillando todavía para recordar a la gente a esa niña amable y generosa. Es la constelación que conocemos por la Osa Mayor.

Comadrona De Un Hada (Dinamarca)

Cierto día, un hada estaba trabajando y envió un mensaje a la comadrona de Dunkaer para que fuera a asistirla. Cuando la matrona hubo ayudado al niño a venir al mundo, el hada le dio como recompensa un ungüento que la mujer debía aplicarse en los ojos. Y Así lo hizo.

Camino a su casa la mujer comenzó a notar que algo extraño le ocurría a su vista, pues mientras paseaba por un campo, miró y descubrió con sorpresa cómo entre el centeno bullía en todo su esplendor el pueblo de las hadas, que corría de un lado a otro, arrancando y llevándose las espigas.

"¿Pero que hacen?" Exclamó la mujer cuando vio que robaban el grano del campo.

Mas la respuesta que recibio fue: "¡Oh no! Si puedes vernos, mucho peor para ti". Y los cientos de pequeños seres se arremolinaron en torno suyo y le arrancaron los ojos.

martes, 9 de octubre de 2007

La Promesa De Un Vikingo (Suecia)

En el Mar Báltico, cerca de la desembocadura del Oder, hay una isla que lleva actualmente el nombre de Wolin, pero que antaño se llamaba Ioms, y poseía una villa fortificada, Iomsborg.

Allí, bajo el reinado del rey danés Svend, que llevaba el sobrenombre de “Barba doble” fundó Palnatoke, una colonia de Vikingos. Esta colonia se hizo casi independiente, tuvo su gobierno y su derecho consuetudinario y pronto se hizo próspera.

La isla servía de base para fructosas operaciones sobre las costas vecinas, y pronto albergó una flota numerosa y el rico botín traído de las aventuras.

Los guerreros que la habitaban, libres e intrépidos, se sometían, no obstante, a reglas rigurosas. Habían promulgado leyes que ninguno podía infringir sin que le fuera en ello la vida. Prevenían así la relajación de las costumbres y conservaban en un alto grado las virtudes militares. Las mujeres estaban proscritas en la villa y, en periodo de paz, los vikingos no habían de permanecer fuera de las murallas más de tres noches consecutivas.

Al rey Svend “Barba doble” no le gustaban los vikingos de Ioms, cuyas expediciones no respetaban el país danés. Pero los temía por su audacia y no se atrevía a atacarlos abiertamente. Sin embargo, tramaba acabar con ellos con la astucia y buscaba en su propia temeridad el instrumento de su ruina.

Después de largas reflexiones, decidió invitarlos a una gran fiesta funeraria que se celebraba a la memoria del rey Haroldo, su padre. Envió, pues, mensajeros a Ioms, ante el duque Sigvald, quien gobernaba a los vikingos, rogándole que asistiera con sus guerreros a las solemnidades que preparaba.

El día señalado, la escuadra de los vikingos de Ioms se armó y se hizo a la vela en dirección a Dinamarca. El rey Svend la aguardaba en la isla de Seeland, en la que se celebrara la conmemoración y , cuando la flota estuvo a la vista, contó en ella sesenta navíos, todos ellos magníficamente aparejados, que cubrían todo el mar hasta el horizonte.

Para dar una buena acogida a sus huéspedes, Svend había ordenado celebrar unas ceremonias pomposas y había invitado a todo lo que de noble e ilustre había en Dinamarca. Conforme a la usanza, habían puesto grandes mesas para el festín.

Ya la primera noche, los vikingos se pusieron a beber sin moderación las bebidas fermentadas, la cerveza y el hidromiel, que les servían unos solícitos servidores. Y se pusieron a reír estrepitosamente, a cantar, a bromear y a pronunciar palabras desatinadas. Cuando el rey vio que los vapores de la embriaguez empezaban a turbar su razón, alzó la voz y dijo:

— Señores, no olvidemos que este día está consagrado al recuerdo de mi venerable padre. Bebo pues, y os pido que bebáis conmigo por Haroldo, rey de Dinamarca.

Llenaron los cuernos de metal cincelado y les dieron a los vikingos los más grandes, que rebosaban de la mas fuerte bebida. Y toda la asamblea bebió en honor de Haroldo.

— Ahora, dijo Svend, conviene que alabemos a Dios por los bienes y la gloria que concede a cada uno de nosotros. Bebo, pues, y os pido que bebáis conmigo por el nombre de Cristo.

De nuevo circularon entre los convidados los cuernos llenos; los que colocaron ante los vikingos tenían la altura de un niño. Y toda la asamblea bebió en honor de Cristo.

El rey continuó:

— Es justo también, en una reunión de guerreros, que se rinda homenaje al patrono de los hombres de guerra; el duque de las legiones celestiales. Bebo pues, y os pido que bebáis conmigo por el nombre de San Miguel.

Los cueros fueron llenados por tercera vez, y los que cogieron los vikingos superaban cualquier medida conocida. La asamblea bebió en honor de San Miguel.

El rey Svend comprendió entonces que los vikingos no eran ya dueños de sus palabras. Extendió el brazo para apagar el rumor que se elevaba y exclamó con un tono de buen humor:

— Señores, mi corazón se alegra grandemente por el espectáculo que se ofrece a mi vista; nunca han visto estas murallas compañía tan buena y numerosa, ni festín tan agradable por la alegría y la resistencia. Y un acontecimiento tan singular como éste, ¿no ha de dejar huella? Desearía que se produjera, hoy, en este lugar, un hecho único y extraordinario que hiciera este día para siempre memorable.

El duque Sigvald se levantó. Tenía la cara larga y la nariz encorvada; su tez era de natural pálida, sus ojos eran claros y brillantes. Entorpecido por la embriaguez, apenas podía tenerse en pie. Y respondió al rey:

— Tu proposición, Svend, merece ser tomada en consideración. Pero no olvidemos que tú estas por encima de nosotros, como la montaña esta por encima del océano; es a ti, pues, a quien corresponde dar el ejemplo de las acciones admirables que harán célebre este festín en este tiempo y en los tiempos por venir. Aquello que ti harás primero, nosotros lo haremos a continuación; me comprometo a ello delante de todos.

El rey le dio las gracias y dijo:

— Es costumbre, durante las fiestas como éstas, en las que están reunidos eminentes personajes, que se formulen promesas solemnes, propias para ennoblecer a quien las hace y para servir al interés común. Yo me plegaré de buen grado a esta respetable usanza, convencido como estoy de que seré seguido por vos, señores, y quizás superado; pues, así como los vikingos de Ioms son superiores a todos los demás hombres del Norte, del mismo modo sus promesas y sus proezas deben superar a todas las promesas y a todas las proezas. Vos, señores, sois cautivos de vuestra valentía y de vuestro renombre; no podéis emprender nada que no sea singular y maravillosamente llevado a término; vuestras aventuras llenarán de asombro a la posteridad.

Estas alabanzas obtuvieron un murmullo de aprobación. El rey Svend sonrió y continuó.

— Puesto que me corresponde a mí hablar primero, he aquí mi promesa: me comprometo a expulsar de sus Estados, antes del tercer invierno, a Ethelred, rey de Inglaterra; y digo que si no es expulsado de ellos, será muerto por mi mano sobre el suelo de su país, y quiero incorporar su reino al mío en el plazo que he declarado. Ahora te toca a ti, Sigvald, duque y caudillo de Iomsborg; te desafío a que hagas una promesa que valga con loa que yo acabo de hacer.

Sigvald replicó:

— Tu reto, rey Svend, es digno de tí y también de mí. Pero primero beberé, como tu hiciste hace un instante, a la memoria de mi padre, el duque Strutharald, quien, con prudencia y acierto, gobernó la provincia de Skaane, en Suecia.
Y cuando se hubieron vaciado los cuernos, Sigvald prosiguió:

— Escuchad cual es mi promesa: haré la guerra a Noruega con mis solas fuerzas, con mis compañeros y mis soldados; antes de dos años, habré expulsado de sus Estados o muerto por mi mano al duque Haakon; y si esto no es así, sabed, señores, que dormiré mi último sueño bajo el túmulo de piedras de tierra noruega.

— ¡Esta es, exclamó el rey, la promesa que podía esperarse de un guerrero como tú! ¡Honor a ti, Sigvald, duque y caudillo de Iomsborg! Pero veo a tu lado a tu hermano Thorkel el grande, cuya estatura es la de un roble adulto. ¿Qué promesa hará él? Creo que, si abre la boca, oiremos palabras notables.

Thorkel el grande se volvió hacia el rey y dijo:

— Hace un rato que pienso en ello. Mi promesa será esta: como la sombra no deja a la lanza bajo el sol, yo no dejaré tampoco a mi hermano Sigvald; no huiré antes de que vea la popa de su nave vuelta hacia el enemigo. Y si él pone pie a tierra en las playas de Noruega, yo permaneceré en ésta tanto tiempo como su estandarte ondee sobre una línea de batalla.

El rey replicó:
— Nunca han contemplado mis ojos a hombre más capaz que tú de cumplir lo que prometes. Y tú, Bue el corpulento, cuyo peso hace doblegarse a un caballo y vacilar a la nave de mejor puente, ¿qué nos dirás? Si tu promesa está a la altura de tu corpulencia, palabras formidables van a herir nuestros oídos.
Bue era enorme, como una de esas peñas que quebranta la furia de las olas; tres hombres habrían cabido holgadamente en la cota que ceñ
ía su torso.

— Esta es mi promesa, rey Svend — dijo él con voz de trueno —: marcharé coy el duque Sugvald en esta expedición, y sólo huiré cuando haya mas guerreros abatidos que en pie; e, incluso entonces, si el duque Sigvald lo quiere, yo resistiré.

— No esperaba menos de ti replicó el rey —. Ahora es tu vez, Sigurd, a quien llaman “manto”, tú, cuya intrepidez, si damos crédito al rumor popular, no tiene igual. Ya has oído a Bue, tu hermano; dinos ahora qué harás tu.

Sigurd-Manto se puso en pie. Era bello, poco hablador y tímido.
Respondió:

— Mi promesa es corta, señor. Seguiré a mi hermano; huiré si él huye, moriré si el muere.

— Lo sabía —dijo el rey—, estáis unidos, no sólo por la sangre, sino por el valor de vuestras almas. Ahora tú, Vagn, hijo de Aege. Tus tíos Bue y Sigurd te muestran el camino. Se sostiene que tu fidelidad nunca flaqueó, y que si sólo existe un hombre capaz de cumplir su palabra, tú eres ese hombre. Y tengo curiosidad por oírte, pues aquellos de quienes desciendes fueron intrépidos guerreros y audaces navegantes.

Vagn avanzó hasta el centro de la sala. Era alto y bello, y toda su persona respiraba juventud y fuerza; llevaba una armadura resplandeciente, un collar de oro y un casco cuya cimera brillaba como la media luna.

— Rey Svend, dijo, ésta es mi promesa: También yo iré con el duque Sigvald hasta Noruega; combatiré junto a Bue, mi tío, a quien amo mas que a ninguna otra persona en el mundo, y mientras Bue viva, él tocará mi mano y verá relucir mi espada. Pero yo haré dos promesas más: la primera es la de no volver a Dinamarca antes de haberme acostado en la cama de Ingeborg, la hija del noruego Thorkel Lera, la más hermosa doncella del Norte, y ello sin el consentimiento o incluso contra la voluntad de su padre y de toda su familia. La segunda es la de no volver a Dinamarca antes de haber matado a Thorkel Lera, que es el primero entre los hombres de Noruega.

Guardó silencio, y el rey exclamó:

— La promesa mas grata y la más temeraria es la que tú has hecho, Vagn, y esto no puede sorprender a nadie, pues tú te elevas, por la audacia y la constancia, por encima de los héroes de este país y de los que viven en otras regiones.

Entonces, bebió en honor de Vagn y la asistencia lanzó largas aclamaciones.

* * *


Un viejo poeta cantó la batalla que libraron los vikingos con el duque Haakon sobre las playas de Noruega, en el fiordo de Hiörungevaag.

En los gavilanes del mar, en las grandes naves veloces, los vikingos llevan espadas y cotas; la velocidad es su gozo, el azote de la brisa, su placer. Y se lanzan a través de las líquidas praderas.

Por todas partes, del mediodía a septentrión, ha resonado el fragor de las armas. Tú no esperabas tan pronto, Noruega, este choque formidable. Y tú, oh duque, el destructor de los feroces navíos, de los monstruos marinos, tu tiemblas ante la nueva de que, en el sur, llevadas y mecidas por las olas, ascienden las naves de Dinamarca.

Por el mar profundo, condicen los guerreros sus naves, sus embarcaciones ligeras. Y ahora, poeta, entona el canto de honor para los héroes valerosos, para aquellos que han combatido, han remado, han tensado el arco con los ojos clavados en el suelo natal, y que han muerto realizando grandes hechos.

El horizonte se cubre de barcos impacientes. El viento impele con viveza a los vikingos hacia el norte. En las velas y las jarcias, retumba y ruge la tempestad. Sobre las montañas de espuma, galopan los corceles de la mar; su pecho hiende las azules aguas; a sus flancos se levantan y se desploman gélidas cascadas; sus pies dominan el furor de la ola.

Los corceles de la mar han conducido a sus amos hasta la tierra de Noruega, y el estrépito de las batallas pronto llena los aires. Allí se encuentran y chocan innumerables navíos; los escudos retumban bajo el golpe de las espadas, y para los cuervos se prepara un inmenso botín.

El duque Haakon ha escogido a sus hombres más valientes, a sus soldados más decididos para hacer frente al asalto de Sigvald. Ha formado en orden de combate a sus mejores navíos. Los remos emparejados tiemblan bajo el vigoroso esfuerzo de los remeros, pero el corazón de los guerreros que se abren camino por las olas no ha temblado.

A la cabeza de los vikingos van tres caudillos de renombre: Sigvald el duque, que es fuerte y buen capitán; Bue el corpulento, de brazo terrible; y Vagn, el mas bello joven. Toda una flota obedece a cada uno de ellos, una flota que recibe de sus labios la orden de vencer.
Largo tiempo perdurará el recuerdo de aquellos cuyas armas han levantado este tumulto. Para siempre será famoso el combate librado en el
ancho Hiörungevaag.

Las naves danesas, blancas y puras como vírgenes del océano, se deslizan a lo largo de las riberas. Algunas ya están vacías de marineros, muchos corceles que vagan por el agua ya no llevan sino cadáveres. En lo más alto de los mástiles se agitan las banderas. El viento de las espadas cortantes desgasta las camisas de hierro. ¡Cuántas vidas destruidas bajo las hondas y las lanzas! Sobre los grandes escudos, cantan las espadas desnudas.

Cabezas y manos saltan por encima de la borda. A los lobos atraídos a la ribera, el mar les trae su presa.
El vikingo hiende los cascos de bronce y corta las cotas más sólidas. El vikingo asesta golpes redoblados en la masa enemiga. Aquel que hace frente al vikingo corre al encuentro de la muerte.

Ningún arma permanece inactiva; los puños golpean los pechos; con rabia remolinean las espadas; las hachas buscan ávidamente los cráneos; en espesa nube vuelan las flechas; con grandes voces, cantan, sobre los escudos, las espadas ensangrentadas.
Cuando brilla la espada fogosa, la cota, cosi
da bien tupida por las manos de las mujeres, se rasga de arriba a abajo; defensa inútil en lo sucesivo, buena para lanzar al mar.
Los gavilanes de la mar se doblan y gimen bajo el peso de los muertos. Las espadas prontas a abrir heridas abaten a los héroes intrépidos; sobre las cabezas cantan las espadas relucientes; los cascos rotos ya no preservan de la muerte.
Crece el fragor de la batalla. Se oye a lo lejos, en el mar y en tierra firme. Y he aquí que, ante el furor de los vikingos, en el huracán de dardos, entre los quejidos y el clamoreo, los hombres de Noruega retroceden.

Con la cólera y la desesperación en el corazón, el duque Haakon debe retroceder. Gana la playa y desembarca en la arena. Entonces, echa mano de un cuchillo afilado, hace venir a su hijo pequeño, Erling, un hermoso niño, y lo degüella, lo sacrifica a los dioses, invocando la victoria. No obstante, Bue el temible ha roto la línea enemiga. Su nave vuela a través de las filas. Hace un gran trabajo para los cuervos, y el canto de las espadas ahoga el rumor del mar.

Y de repente, del norte, acude contra los vikingos la tempestad. Un tremendo temporal se abate sobre los guerreros de Dinamarca. El pedrisco crepita sobre los cascos; las nubes dejan caer piedras de hielo; el viento ciega a los héroes. Las heridas se abren, la sangre mana.

Cada pedrisco es tan grande como una moneda, y cada pedrisco le da a un hombre. La sangre roja se derrama por el mar, pero el agua del cielo borra pronto sus huellas. Con la lluvia se mezclan flechas y azagayas, y, de pronto, los nubarrones se animan: en la bruma, galopa y carga el ejército de las valquirias.

¡Noruega, Noruega, un nuevo ardor te posee! ¡Lanza adelante, oh duque, la nave en que ondea tu bandera!
En la proa de esta nave hay una mujer de pie. Los vikingos, llenos de espanto, lo han visto. Ella extiende los brazos; sus ojos lanzan llamas maravillosas; de sus dedos salen flechas, numerosas como las gotas de lluvia. Abte la horrible hechicera, caen los más nobles guerreros; nada puede salvarlos de la muerte. Nunca tan dura prueba ha sorprendido a unos héroes; nunca tan gran desorden ha turbado el inmenso mar.

El miedo habla con su voz funesta a los oídos del duque Sigvald: «¡Saca a tus naves de la batalla, iza la vela, coge el timón! ¡Allá abajo donde está la tierra de Dinamarca, una esposa amada espera tu regreso!».

Las velas suben a lo alto de los mástiles, la ola impulsa a los barcos, en el viento hincha sus alas blancas, y hacía el horizonte huye Sigvald el cobarde.

Pero Bue y Bagn no han huído. ¡Que se alejen hacia Dinamarca los barcos traidores! ¡Que otros, privados de guerreros, se dispersen a la ventura! en el de Bue y en el de Vagn permanecen los hombres valientes. El que los aborda es repelido con violencia, el que los ataca es precipitado al agua profunda.

Pero Bue, el héroe fornido, es golpeado duramente; su nasal está destrozado, sus labios, cortados, sus mejillas, rajadas, su mentón, roto. Pero el enemigo no lo capturará- En el fondo de la nave hay dos cofres llenos de tesoros. Bue se apodera de ellos y se arroja al mar, que traga al valiente.

Vagn ha combatido como el águila; bajo su espada ha sometido a los más fuertes, a los más audaces. Ha dado a las aves de rapiña una abundante cantidad de alimento. Pero el número lo abruma, la fatiga lo aplasta; sus heridas le escuecen, su sangre le quema como el fuego. Con treinta de los suyos, es capturado por los noruegos.

Los vencedores ganaron la costa con sus prisioneros. Ataron a éstos unos con otros con una larga cadena y los encerraron bajo la vigilancia de esclavos. Luego, los noruegos encendieron fuegos, sacrificaron reses y prepararon un festín en el que pasaron el tiempo hasta el anochecer. Cuando estuvieron saciados, fueron a ver a los prisioneros, y el duque Haakon dijo feliz;

— Señores, he decidido, para regocijaros después de la bebida, que todos estos vikingos sean decapitados antes de la noche; y he decidido también que el mas digno y mas glorioso de nosotros, Thorkel Lera, el primer guerrero de este país, lleve a cabo esta mueva proeza.

— Ella no me asusta nada — Dijo Thorkel Lera —, y que pierda vuestra estima, señores, si me hago culpable de blandura. Acomodaos y ved actuar a la espada de Thorkel Lera.

Desataron a algunos de los vikingos mas heridos, y tres de ellos fueron arrastrados ante él. Los esclavos, ocupados hasta entonces en vigilarlos, les tiraron de los cabellos hacia atrás para que el cuello quedase bien al descubierto. Thorkel levantó su espada e hizo caer las tres cabezas una detrás de otra. Luego volviéndose hacia el duque, dijo orgullosamente:

— Una vieja leyenda pretende que no pueden cortarse tres cabezas seguidas sin demudarse. ¿Es eso cierto, duque Haakon?

El duque contestó:

— Tu rostro no se ha demudado, Thorkel, durante la tarea, pero has palidecido, me parece, antes de empezarla.

Hicieron avanzar a un cuarto vikingo, que sufría también graves heridas y apenas podía moverse. Thorkel lo miró de hito en hito y le dijo:
—Hete aquí buen cerca de la muerte, amigo mio. ¿Qué piensas de ello?

El vikingo respondió tranquilamente:

—Pienso que esto mismo le llegó a mi padre, a mi abuelo y a todos mis antepasados, y que preciso es que me llegue a mi también. Los esclavos le hicieron arrodillarse, tiraron hacia sí de sus cabellos, y Thorkel lo mató.

Trajeron al quinto vikingo. Thorkel Lera le preguntó:
—¿No encuentras desagradable morir?
El hombre dijo:
—Sabe que las leyes de Iomosborg no enseñan ni el miedo ni el lamento.
El mismo se inclinó y presentó el cuello a la espada.

Con la sexta víctima, Thorkel repitió su pregunta y recibió esta respuesta:
—Es preferible morir honrosamente como yo que vivir vergonzosamente como aquel que hace oficio de verdugo.
El séptimo vikingo se acercó. Tenía en la mano un chuchillo que no habían podido arrebatarle. Cuando Thorkel le hubo preguntado contestó:
— Estoy contento de morir de este modo y sólo deseo una cosa, que tu golpe sea rápido y certero. En Iomosborg, hemos discutido muchas veces sobre si un hombre al que decapitan conserva algo de conocimiento en el instante que sigue a la caída de su cabeza. Quiero hacer esta experiencia con este cuchillo, y te ruego que me observes con atención cuando me hayas cortado la cabeza; si conservo algo de conocimiento, agitaré mi cuchillo; sin o, mis dedos lo dejarán escapar.
Thorkel se lo prometió y le asestó un golpe rápido como el rayo. El vikingo cayó rodando al suelo y el cuchillo le saltó de la mano.

El octavo vikingo, hombre de aspecto feroz, con ojos encendidos, le respondió:
—Moriré sin queja, como todos los vikingos de Ioms, pero no quiero ser tratado como un cordero. Permíteme sentarme; entonces, me golpearás en pleno rostro y observarás bien si cambio de expresión, pues éste es también un problema sobre el que no nos ponemos de acuerdo.
Se hizo lo que él deseeaba, y Thorkel le golpeó con su espada en pleno rostro. Las facciones del vikingo permanecieron inmíviles, excepto los párpados, que se cerraron cuando la muerte los tocó.
A continuación, los esclavos empujaron hacia adelante a un muchacho que tenía una magnífica cabellera rubia y sedosa.
—No sientes mucho dejarnos tan pronto? — le preguntó Thorkel Lera.

—¿Porqué habría de sentirlo? — respondió—.Lo mejor de mi vida ya ha pasado, y acabo de ver morir a tan grandes guerreros, que me sonrojo al pensar que yo pueda sobrevivirles. No obstante, me repugna ser arrastrado a la muerte por unos esclavos. Exigo que un hombre libre ture de mis cabellos, y que ponga cuidado en que la sangre que saltará no los manche.
Un noruego se acercó y agarró la cabellera del adolescente. Tuvo que enroscarla varias veces en torno de sus muñecas, de tan largos y finos como eran sus rizos; luego, tiró violentamente. Thorkel hizo oscilar su espada, pero, en el preciso instante en que el arma caía, el vikingo hizo un movimiento hacia atras con la cabeza, de manera que el golpe alcanzó al que sostenía los cabellos y le cortó limpiamente los brazos a la altura del codo. El muchacho se puso en pie de un salto y exclamó echándose a reir.
—¿Quién de vosotros, señores, ha olvidado sus manos entre mis cabellos?

El duque Haakon dijo a los de su corte:
—Verdaderamente, éstos son unos temibles adversarios; no conozco nada que esté a la altura de su valor y su astucia. Y, dirigiéndose a Thorkel Lera, añadió;
—Apresurate a matar a todos los que todavía viven; sino, las cosas pueden tomar un mal cariz.

Entonces, su hijo, el duque Erik, que estaba a su lado, le hizo señas a Thorkel Lera de que esperase y dijo:
—Dudo de que haya de terminar esta tarea. Su audacia y su genio me llenan, no de espanto, sino de admiración. Sería mas prudente ganarnos a estos valientes que exterminarlos como malhechores. Informémonos, por lo menos, de su ascendencia; la mayoría de ellos no pueden ser de raza vil.

Y preguntó al joven vikingo cómo se llamaba.
—Me llamo Svend, soy hijo de Bue el corpulento y de nobleza danesa.
—¿Qué edad tienes?
—Cumpliría dieciocho años el próximo invierno si viviera hasta entonces.
—Vivirás; me comprometo a ello.

Y le hizo entrar en su séquito. El duque Haakon frunció el ceño. Una cólera sorda le llenaba el pecho, pero la contenía, pues temía a Erik, que era querido en Noruega y resistía mal la autoridad paterna.
—¡Sea! —dijo—, éste te pertenece. Y ahora, ¡que Thorkel Lera acabe de una vez!

Erik intervino de nuevo:
—Todavía no. Quiero conversar con estos hombres y decidir sobre la suerte de cada uno de ellos.
El duque Haakon guardó silencio. Trajeron a otro prisionero, que era alto, bello y de aspecto vigoroso. Thorkel le dijo:
— Y tu vikingo, ¿no echas de menos alguna cosa, ahora que vas a morir?
—Nada, dijo el hombre, salvo no haber podido cumplir antes una promesa solemne que hice.
El duque Erik preguntó:
—¿Cómo te llamas y cuál es la promesa?
El vikingo respondió:
—Soy Vagn, hijo de Aage y nieto de Palnatoke, el fionés.
—¿Y tu promesa?
—Me comprometí, su desembarcaba en el suelo de Noruega, a matar a Thorkel Lera, después de haberme acostado, contra su voluntad y la de los suyos, en la cama de Ingeborg, su hija, que es la doncella mas seductora del Norte. Y afirmo, señores, que moriré apesadumbrado, que habré malogrado mi vida, si no puedo cumplir mi promesa.

Al oir estas palabras, Thorkel Lera exclamó:
—¡Ya te lo impediré yo!
Se arrojó sobre Vagn, con la espada al puño. Pero su enemigo, rápido como el rayo, evitó el choque. Thorkel golpeó el aire y, arrastrado por el peso del arma, cayó pesadamente, perdiendo su espada. Vagn se apoderó de ella y, antes de que nadie pudiese detenerlo, dio con ella un golpe terrible en la nuca de Thorkel, diciendo:

—Por lo menos habré cumplido la mitad de mi promesa y moriré contento a medias.
El duque Haakon se levantó, presa de una extrema agitación, y acuciaba a sus hombres a matar a Vagn. Pero el duque Erik se precipitó delante de los noruegos y les dijo:
—Si me es permitido levantar aquí la voz, os juro que antes pasareis por mi cadáver que tocareis a este vikingo.

El duque Haakon palideció. Vio a su hijo sereno y decidido; vio a sus fieles, vacilantes, bajar sus lanzas y retroceder; y extendió su mano en signo de paz.
—No nos pelearemos por tan poca cosa, hijo mío —dijo—; que se haga tu voluntad, ya que eres tú, ahora, quien habla como dueño y señor.

—Señor —respondió Erik—, algún día me daréis la razón por haberos conservado la vida de este hombre. Por lo que se refiere a Thorkel Lera, no os sorprendáis de su fin repentino. Vos mismo, padre mío, lo habéis anunciado hace un momento al decirle: «Has palidecido al comenzar tu tarea». Y nadie ignora que la palidez de la frente de aquel que va a dar muerte a otros es el presagio cierto de una muerte próxima.

El ejército noruego levantó pronto el campo para volver a sus ciudades. Vagn se sentó junto al duque Erik. Cabalgó hasta el anochecer hasta que llegaron a la villa de Vigen. Y aquella noche, se acostó en la cama de Ingeborg, la virgen mas bella del Norte, y permaneció junto a ella todo el invierno.

Una Historia Sobre Thor

Esta historia la saque de no me acuerdo donde por ke lo habia pegado en un word ya hace tiempito si el que lo transcribio lo llega a ver le agradezco su esfuerzo al averlo transcrito sin mas empezemos asi las imagenes las subio el tambien

Según las leyendas nórdicas, en un principio no había ni cielo ni tierra, sino solo niebla y oscuridad, y las primeras criaturas vivientes fueron los gigantes del hielo, que eran una raza malvada. Después aparecieron los supervivientes al extremo más alejado del Norte.

Los dioses construyeron sus mansiones en su Cielo, que se llamaba Asgard, y vivían felices bajo la égida de Odín, el Padre Supremo, y Frigga, su esposa, quienes lo conocían todo y crearon la tierra y la poblaron.


A menudo visitaban a los hombres. Cierto día, el hijo de Odín, el gran dios Thor, el que señorea el trueno, se le ocurrió emprender un viaje a la tierra de los gigantes. Thor era el más poderoso entre los dioses, y usaba como arma un mazo que, tras dispararlo contra un objetivo y alcanzado este, volvía otra vez a sus manos.


Así, pues, Thor se puso en camino llevando en su compañía a Loki, el dios de la travesura, y a su escudero Thialfi, un muchacho ágil como el viento.

Al cabo de muchos días llegaron a un espeso bosque, y al sorprenderles la noche descubrieron una especie de gruta o caverna, penetraron en ella para descansar. Al fondo de la gruta había cinco habitaciones o galerías pero todo el interior se hallaba vacío.

Cenaron los tres viajeros y se disponían a dormir cuando fueron inquietados por unos ronquidos tan estrepitosos que no solo las paredes de aquellas habitaciones sino la misma tierra parecían estremecerse. Thor, mazo en mano, se asomo a la entrada, pero como no vio a nadie, volvió a echarse a dormir.
A la mañana siguiente los viajeros descubrieron atónitos que los ronquidos procedían de un gigante que se hallaba tendido en el suelo a la intemperie. En esto, el gigante abrió los ojos, se reincorporo al ver gente extraña en su cueva y, finalmente se puso de pie. Era tan enorme que los árboles no le llegaban al pecho. Thor, gallardamente se dirigió a él y le pregunto como se llamaba.
- Mi nombre es Skrymir - respondió el gigante mientras se enguantaba su mano derecha - El tuyo, no necesito preguntártelo, pues por tu intrepidez no puedes ser otro que Thor... Pero ¿dónde habré dejado el guante de mi mano izquierda? ¡Ah, helo aquí! - Y agachándose, alzo del suelo aquella prenda, observando mudos de asombro los viajeros que no era otra cosa que la gruta con las cinco galerías en la que habían pasado la noche.
- Si proseguís vuestro camino, podemos marchar juntos - dijo luego.

Echaron a andar, y Thor y sus compañeros tuvieron que esforzarse lo indecible para seguir las zancadas del gigante. Llegada la noche fue en vano que Thor y sus compañeros intentaran conciliar el sueño, pues los ronquidos que se oían eran más estruendosos, si cabe, que los de la noche anterior. Thor, furioso, tomo su mazo y, acercándose al gigante, le asesto un tremendo golpe en la cabeza. El gigante no hizo mas que llevarse una mano a la frente:
- ¡Estas hojas de los árboles le hacen a uno cosquillas y no le dejan dormir! - Murmuro, y siguió roncando.
Thor volvió a asestarle un segundo mazazo el gigante abrió un ojo a medias y masculló:
- ¡Deben ser los pajaritos! - y se volvió a quedar dormido.
Con furia redoblada, Thor le abatió el mazo sobre el cráneo:
- ¡Alguna bellota! - dijo el gigante y, volviéndose del otro lado, siguió con sus ronquidos.

Thor juzgo inútil insistir mas y aguardo a que amaneciera.

Cuando el gigante despertó, dijo dirigiéndose a Thor:
- Ahora hemos de despedirnos, pues yo llevo otro camino; pero antes, pequeño, quiero darte un consejo. Os halláis en la tierra de los gigantes y pronto llegareis a su capital, donde mora nuestro rey. Allí encontrareis a otros mayores que yo, y os recomiendo seáis comedidos, pues no toleran el orgullo ni soportan bromas como las que soléis gastar vosotros.
Y antes de que el furioso Thor pudiera contestarle desapareció a grandes zancadas.
Siguieron andando Thor y sus compañeros, y llegaron a la ciudad de los gigantes, cuyas murallas eran tan altas que sus almenas se perdían entre las nubes.

El rey les concedió audiencia, y al atravesar la inmensa antecámara vieron a muchos gigantones que ni siquiera los tomaban en cuenta. El rey se hallaba sentado en su trono y los tres viajeros, al acercarse a él, le hicieron una profunda reverencia.

El monarca se echo a reír:
- Conque esta personilla es el gran Thor de quien tanto he oído hablar, ¿eh? - dijo - En mi reino no acogemos a criaturas insignificantes. Si deseáis quedaros debéis probar lo que valéis. ¿De que sois capaces, tu, Thor, y tus camaradas?
Loki, el astuto, dio un paso adelante, pues Thor se hallaba tan furioso que no podía pronunciar palabra.


- Desafío a cualquiera de tus súbditos - dijo - a que coma tan deprisa como yo.
Trajeron dos grandes gamellas con carne, y a una señal del rey, ambos contrincantes empezaron a comer ávidamente. Al cabo de un rato, el rey inspeccionó las gamellas.
- Bien - dijo - Loki se ha comido su carne, pero mi súbdito se ha zampado también los huesos y hasta la mitad de la gamella. Me parece que no hay duda alguna sobre quien ha vencido. ¿No sabéis hacer algo mejor?
Entonces Thialfi, con el rostro encendido por la cólera, barboto:
- ¡A ver si hay alguien que se atreva a competir conmigo a una carrera!
Se dirigieron todos a un prado y Thialfi fue opuesto a un joven gigante. Se dio la señal de partida. Thialfi corría como un ciervo ante los lobos, pero su rival le dejo a la mitad de camino.
- Probad otra vez - dijo el rey.
En esta segunda carrera, los pies de Thialfi casi no tocaban el suelo, peor su contrincante fue más veloz, y el resultado el mismo que la vez primera.
El rey opino que aun debían probar por tercera vez. Mientras Thialfi se sentía ya cansado, el joven gigante parecía tan fresco como al principio, y así, este volvió a ganar con mucha mas ventaja aun que las veces anteriores. Entonces, el rey se volvió hacia Thor y le dijo con ironía:
- ¿Y tú, poderoso Thor? ¿En que piensas aventajar a los demás?
- Puedo beber mucho mas que cualquiera de vosotros - contesto Thor.
Regresaron todos a palacio, y allí ordeno el rey:
- Traed mi cuerno de libaciones - y dirigiéndose a Thor, añadió: Veamos si puedes vaciarlo de un trago. Algunos lo consiguen en dos y los más flojos necesitan tres.
Thor echo un vistazo al recipiente. Era largo pero angosto, y él tenia mucha sed. Lo tomo en sus manos, se lo llevo a la boca y bebió ávidamente. Pero aquel cuerno no se vaciaba nunca. Seguía bebiendo y bebiendo y su contenido no disminuía.
El rey sonrió sarcástico:
- Parece - dijo - que ni los dioses más poderosos pueden competir con los gigantes.
En vano bebió Thor una y otra vez. A cada una de ellas creía haber vaciado el cuerno, pero siempre lo volvía a encontrar casi como al principio. Al cabo, tuvo que renunciar y exclamo furioso:
- ¡Dadme una prueba de fuerza!
El rey volvió a sonreír y replico burlonamente:
- Tenemos un juego en el que suelen ejercitarse nuestros pequeños... ¡Traed al gato!
Un gato enorme fue traído a presencia del rey, quien prosiguió:
- Nuestros niños suelen jugar a levantarlo en brazos. Prueba a ver si eres capaz de hacer lo mismo.
Thor se dirigió al animal, que enarco su lomo; intentó levantarlo, pero por mas esfuerzos que hizo, lo único que consiguió fue alzar una de las patas.
En el colmo de la furia, Thor se presto para combatir con cualesquiera de los presentes. El rey dio otra orden y apareció una vieja enteca y arrugada.
- ¡Esto es vergonzoso! - rugió Thor - ¡No puedo luchar con un carcamal así!
- Pruébalo - Replico el rey con su habitual sonrisa.
Se fue Thor hacia la vieja y esta le asió con manos que parecían garfios.. Por mas esfuerzos que hizo, le fue imposible a Thor zafarse de las garras de aquella bruja. Finalmente no tuvo mas remedio que doblar la rodilla.
- ¡Basta! - dijo el rey - ¡Podéis permanecer aquí esta noche, extranjeros! ¡Ahora ya sabéis que los dioses no pueden prevalecer sobre los gigantes!

A la mañana siguiente, Thor y sus compañeros se despidieron. El rey los acompañó hasta las puertas de la ciudad, y allí pregunto:
- Y bien Thor, ¿ya has encontrado la horma de tu zapato?
- Así me lo parece - respondió sinceramente Thor - Después de esto, me tendrán en bien mezquina opinión en la Tierra de los Gigantes.
El rey sonrió de nuevo y dijo:
- No lo creas. Si hubieses conocido tu fuerza nunca habrías entrado en mi ciudad. Ahora que habéis pasado ya por sus puertas, te confesare que solo conseguí vencerte utilizando artes mágicas. El gigante Skrymir dormido en el bosque era yo mismo, y cuando me asestaste aquellos golpes con tu maza puse una montaña entre nosotros. Podrás comprobarlo viendo las tres cañadas que produjeron allí tus golpes. Cuando Loki apostó a comer, lo hizo como la propia hambre, pero su contrincante era el Fuego que lo consume todo, hasta la artesa. Y en cuanto a Thialfi, cierto es que corrió como el viento, pero en realidad, su oponente era el Pensamiento, que es lo más veloz que existe. Nunca vi tampoco hazañas mayores que las que acometiste tu, ¡oh Thor!, Al intentar vaciar mi cuerno. Pero lo que no sabías es que dentro de él se hallaba el Océano entero. Tu mismo lo comprobaras cuando llegues a la orilla y veas lo que sus aguas se han retirado. Mi gato era la serpiente Jormungard, que en las profundidades del Océano, rodea la Tierra. Cuando conseguiste levantar una de sus patas todos nos aterrorizamos, pues el suelo se conmovió en sus cimientos. Finalmente la vieja con quien luchaste era la muerte, a al que nadie puede vencer.. Y ahora adiós, y no volváis mas, pues nada podréis hacer contra mis artes mágicas.

- ¿Crees que no? ¡Vamos a verlo! - rugió colérico el dios, alzando su mazo.
Pero de pronto todo se esfumo, y se hallo con sus compañeros en un paraje desierto, sin ningún ser viviente a la vista.

ANÓNIMO (Noruega)